domingo, 11 de enero de 2009

Sexta entrega-Decálogo del agua



"El agua es necesaria para el desarrollo de los centros urbanos, agrícola e industrial:"

Uso y reutilización del agua en la agricultura urbana.
El uso del agua ha aumentado más del doble que el incremento de la población durante el último siglo. En los centros urbanos con rápido crecimiento, el agua ha llegado a ser un recurso frágil y escaso en un contexto competitivo. En las zonas marginales de las megalópolis, a menudo caracterizadas por una alta incidencia de pobreza, muchas personas practican la agricultura a escala muy pequeña para satisfacer sus necesidades básicas de alimentos. Al tener en cuenta las demandas en la asignación de los recursos hídricos para las comunidades urbanas y periurbanas, es necesario considerar que la agricultura se ha desarrollado a la vez que el riego urbano y periurbano, principalmente como una actividad «informal» practicada por individuos y por asociaciones de agricultores.
La FAO colabora proporcionando un conjunto coherente y completo de información, asesoramiento normativo y apoyo técnico a los países y partes interesadas, para que puedan afrontar mejor las cuestiones relativas al agua de una forma integral, a escala local, nacional y de cuenca hidrográfica. Los objetivos de desarrollo del Milenio (ODM) en materia de agua alimentación- saneamiento solamente se podrán lograr con una mejor administración y con métodos innovadores, mientras que es necesario que los gobiernos de las ciudades, los organismos encargados del abastecimiento de agua y saneamiento, así como otras instituciones sectoriales, coordinen y aumenten el suministro de agua de una manera integrada. La adopción de un método de usos productivos integrado para el desarrollo y la gestión del agua permitirá progresar hacia la consecución de los ODM. A medida que las autoridades locales contribuyan al logro de los ODM, será necesario un método multidisciplinario que tenga en cuenta las restricciones sociales, económicas, culturales, jurídicas e institucionales y que esté enfocado a las comunidades locales, los centros urbanos, las zonas rurales, los grupos de usuarios y las organizaciones administrativas, públicas y privadas. Es posible que las distintas fuentes de suministro de agua de los centros urbanos de países de ingresos bajos y medios (aguas subterráneas, cursos de agua, drenajes urbanos, agua distribuida por tuberías y aguas residuales tratadas y no tratadas) se hallen seriamente contaminadas debido a la concentración de población con sistemas de saneamiento rudimentarios y con efluentes municipales e industriales incontrolados. La gestión de los recursos hídricos se ha vuelto una cuestión apremiante, dado que los agricultores urbanos y periurbanos utilizan frecuentemente para el riego y para fertilizar las plantas el agua residual municipal en gran parte sin tratar. De tal modo, se incrementa el riesgo de enfermedades tanto para los agricultores como para los consumidores. Además, la destrucción de los acuíferos superficiales fluviales y costeros, debida al exceso de bombeo y a la contaminación, agrava en gran medida la situación crítica del agua en numerosas ciudades.
La acción de la FAO...
Los proyectos y programas de la FAO vinculados con el agua, y en apoyo de la agricultura urbana y periurbana abordan un gran número de desafíos para garantizar que el agua de riego sea adecuada en lo relativo a la sanidad, la nutrición, la calidad e inocuidad del agua y los alimentos, el acceso equitativo al agua, la armonización de las prioridades urbanas y rurales y la gestión sostenible de las aguas residuales para un medio ambiente limpio y saludable. El apoyo de la FAO a la agricultura urbana y periurbana comprende los siguientes elementos:
• técnicas de ahorro de agua, en particular, los sistemas de riego a presión, como los riegos por goteo y aspersión;
• aprovechamiento y gestión del agua para los sistemas de cultivo y ordenación del paisaje urbano apropiados, incluyendo, avances en la aplicación del agua en parcela y el drenaje, la utilización del agua residual para el riego, el uso conjunto de agua y el almacenamiento del agua en los acuíferos para la recuperación de sus niveles;
• Sistemas de control de la calidad del agua;
• Directrices para ayudar a la reutilización segura de las aguas residuales tratadas y las aguas domésticas y para reciclado de desechos como se practica en el llamado saneamiento ecológico;
• evaluación económica de los costes de oportunidad de los recursos hídricos debidos a la competencia existente entre la producción agrícola y el suministro de agua y el saneamiento, tanto en los entornos rurales como en los entornos rurales/urbanos, y utilización de instrumentos económicos para la asignación de recursos hídricos a la agricultura;
• Evaluación de la vulnerabilidad de las fuentes de abastecimiento en los entornos rurales/urbanos donde se manifiesta la degradación del recurso;
• Evaluación de los riesgos para la salud pública causados por la producción agrícola, por el control ambiental de vectores, y el aprovechamiento del agua de efluentes en la producción hortícola de zonas de agricultura urbana y periurbana;
• Facilitación de negociaciones estructuradas entre grupos de usuarios diferentes en los entornos urbanos y rurales (partes interesadas de cierta cuenca o acuífero);
• Elaboración de procedimientos de planificación participativa para zonas costeras, acuíferos, administraciones y sectores económicos y de gestión de cuenca (el proceso continuo de la política/legislación/reforma institucional);
• establecimiento de acuerdos con las ONG y uso del mecanismo ONU Agua en las tareas que son necesarias para lograr las metas y objetivos relativos al agua y al saneamiento, establecidos en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de 2002 y los ODM.
Centros Urbanos
El 48% de la población mundial actual vive en pueblos y ciudades. En el 2030 la proporción será de alrededor del 60%. La lógica del proceso de urbanización es clara: a mayor crecimiento económico mayor urbanización, tal como ha sucedido en los últimos cuarenta años. Las aglomeraciones urbanas cuentan generalmente con los recursos económicos necesarios para instalar sistemas de abastecimiento de agua y saneamiento. Por otro lado, sin embargo, concentran los desechos. Cuando la gestión de los residuos es precaria o inexistente, las ciudades se transforman en los entornos más peligrosos que existen en el mundo. La buena gestión del agua en las ciudades es una tarea compleja que requiere, por un lado, la gestión integrada de los suministros de agua tanto para necesidades domésticas como industriales, el control de la contaminación y el tratamiento de las aguas residuales, así como la gestión del caudal pluviométrico (incluyendo el agua de tormentas), la prevención de inundaciones y el uso sostenible de los recursos hídricos. A lo anterior cabe añadir la cooperación con otras administraciones que comparten la cuenca del río o la fuente de aguas subterráneas. El Informe global de evaluación del suministro de agua y del saneamiento, publicado en el 2000 por la OMS y la UNICEF, especifica que un suministro razonable de agua debe corresponder a 20 litros mínimos por persona y por día, procedentes de una instalación situada a menos de un kilómetro de la vivienda del usuario. Más que una definición
sobre el acceso apropiado, estas indicaciones sirven como referencia a efectos de control. Por ejemplo, en un asentamiento precario densamente poblado (100.000 habitantes), este tipo de acceso no puede por cierto considerarse suficiente. La confiabilidad y regularidad del abastecimiento urbano de agua en países de bajos ingresos dejan mucho que desear, el agua es de mala calidad y su precio prohibitivo cuando se la compra a vendedores callejeros. En lo que concierne al saneamiento, las letrinas de foso y los inodoros compartidos no son realmente adecuados en zonas urbanas. A menudo están mal mantenidos y sucios, a los niños les resulta difícil usarlos y el precio para una familia pobre es impagable. Por consiguiente, muchos habitantes de las zonas urbanas recurren a la defecación al aire libre o en una bolsa o envoltura, que se arroja luego a la basura. Es difícil contar con datos exactos sobre la calidad y existencia de suministro de agua y saneamiento en las ciudades de muchos países de bajos ingresos. Parecería que los datos nacionales oficiales proporcionados para varios estudios exageran las prestaciones y que la situación real es tal vez peor de lo que las cifras actuales indican. Lo que es claro es que cuando existe abastecimiento de agua y saneamiento, la salud mejora en proporciones espectaculares. Los avances mayores se producen cuando se pasa de la falta absoluta de servicios a los servicios básicos y, a continuación, cuando se extienden los servicios a las viviendas individuales. Para mejorar el suministro de agua, el saneamiento y el control de las inundaciones en las ciudades, es necesario tomar una serie de medidas. La existencia de buenos servicios sanitarios es primordial, ya se trate de empresas públicas, semi-privadas o privadas, sujetas a una reglamentación adecuada. También es esencial contar con una reglamentación razonable del urbanismo y del loteo para controlar la expansión industrial y de viviendas. El control de las extracciones de agua y de los efluentes contaminantes resulta también imprescindible, así como una buena gestión de la cuenca para minimizar las perturbaciones ecológicas y provechar mejor los recursos. Para las zonas suburbanas es muy recomendable crear las condiciones necesarias a fin de que las comunidades y las ONG puedan llevar a cabo su propio suministro de agua y saneamiento, a condición de que no causen problemas en otras partes del sistema. El inconveniente que suele presentarse para realizar estas tareas es la debilidad de ciertos gobiernos locales y los escasos ingresos de la mayoría de la población.

En resumen: todo el desarrollo de las comunidades en la historia se han realizado a la vera de algún río, mar, arroyo u otra fuente de agua superficial, el desarrollo industrial también se ha desarrollado a partir de las distintas fuentes de agua .Por todo esto es imprescindible para la supervivencia de todo el sistema se implementen políticas que optimicen el uso de este recurso y podemos comenzar desde nuestros propios hogares ,lugares de trabajo ,escuelas oficinas públicas o privadas ,industrias ,campos etc asesorándonos sobre la mejor manera posible para racionalizar el uso del agua y priorizar todas aquellas formas de hacerlo de la mejor manera porque está muy comprometido nuestro futuro ,que lamentablemente es algunos lugares es una cruda realidad-
Hasta la próxima entrega.

No hay comentarios: